En caída libre

Hablar de uno mismo es fácil y aburrido, y eso es una mala combinación. ¿Lo ven? Es aburrido, sobre todo aburrido y no me gusta aburrirme. Tampoco quiero inventarme una historia que hable de borrachos y putas. No, hoy voy a hablar del fondo.
Empezaré por el arte. A todo el mundo le interesa el arte, los artistas son gente interesante para todo el mundo. A mi no me gusta el mundo, y tampoco los artistas -no quiero hablar de esta gente- pero si me gusta el arte. También me gustan los efectos del arte, ya sabéis, le da a todo lo que le rodea un aura intelectual, elitista y codificado que, de alguna forma, embelesa al que está fuera de ese aura. También es capaz de otorgar a la gente una profundidad inaudita para un ser humano, es algo de un carácter casi místico. Realmente no me gustan los efectos del arte, pero da igual, tampoco voy a hablar de esto aquí.
Quiero entrar en esa profundidad.
Que le jodan al arte y a su profundidad.
Por cierto, antes de seguir, los supuestos expertos que tratan el estado de salud mental de una persona, no me consideran alguien estable, esto quiero que lo sepan pero ¿saben qué? que le jodan a esos expertos también. Todos somos inestables, estamos en continuo cambio, en pleno conflicto, y es natural, por eso estamos vivos. Esa gente que sostiene que por ser inestable está uno mal de la cabeza debe estar muerta mentalmente, en fin.
¿Se han dado cuenta de que cada vez que escribo bajo más el nivel de calidad? Esto se debe principalmente a que hace tiempo que no follo, y tener que masturbarse es triste, no por el hecho sino porque al acabar uno cae en una fase depresiva de corto plazo.
En esa fase depresiva se toca el fondo, y ni profundidad artística ni hostias. Se atraviesa todo, y se cae. Cuanta más profundidad, más caes y contigo caen también las ilusiones. Esa mierda si que es besar el suelo de la realidad. Como ir a vivir con tu chica y que el día de antes se muera. Como que te echen de tu casa por no pagar facturas. Como no tener dinero para dar de comer a tus hijos. Mierda que te hace besar el fondo y te da más realidad de la que pueden aguantar tus hombros. Se cae encima de uno y acaba aplastando... Todo el proceso de caída es, como no, decadente. A veces eres consciente de que vas cayendo, otras simplemente te das cuenta al recibir el impacto de la caída. La caída es una faena...
Bueno creo que en el rato que llevo escribiendo la basura esta ya me empiezo a recuperar de la caída hacía el fondo.
Creo que voy a tener que dejar de masturbarme y hablar de mi, es aburrido y fácil. Pero te saca antes del fango.